MIS POESIAS

LA BAHIA (Chorrilos, Agosto 1950)

Entre el murmullo de las olas,

oíase un cantar lejano:

alegre melodía

que entona un pescador al entrar,

tardío en la noche al puerto.

 

Inciertas luces iluminan,

danzarinas las aguas del mar,

del puerto el alegre bullicio

mar adentro se escucha ya.

 

Y en el muelle una joven hermosa,

escudriña la noche en el mar;

de pronto alegre su rostro se torna,

porque a salvo su amado retorna

otra vez su boca a besar …!

A Ella (Barranco, diciembre de 1950)

(La mujer que vive en mi mente, a la que busca mi corazón)

La luna brilla en el cielo

y sus rayos reflejados,

danzan sobre la mar.

Junto al rumor de las olas,

envuelto en brumas y tormento,

quisiera yo olvidar la imagen,

quisiera no oír la voz argentina,

más es inútil, imposible.

 

Un día que espero ansioso

en un mismo sendero

nuestros pasos se unirán;

al par que se unan nuestra bocas

en un beso de ternura y de amor.

Amor limpio, inocente,

cual espiga que brota en el trigal.

 

Estoy sin Amor (Barranco, diciembre de 1950)

Sólo, en silencio y paz,

desde lo alto del acantilado,

mis ojos se extienden al Pacífico.

Allá, a lo lejos, en un bote,

una pareja arrulla

sus almas con ternura.

 

Al punto pienso en ella,

Deseando, soñando,

Que allí estuviésemos los dos,

juntos, solos, en paz y silencio.

Mas al par se nublan mis ojos;

y suelta el Destino su estruendo carcajada.

Oh! ilusiones, vanas fantasías,

Dejadme, dejadme ya!

 

RIMA (Lima, enero 1951)

A media luz miro el mar:

sus infinitas ondas llenan mis pupilas;

y sus broncos rugidos si cesar,

llenan mis oídos a la par.

 

Sobre la arena, formando filas,

descansan las redes tranquilas,

que ayer y mañana darán,

al pobre pescador su amargo pan.

 

Del sol el último destello

reflejado en las nubes,

empaña de púrpura el cielo,

y volando sin consuelo,

buscan su nido las aves,

y sin rumbo mi pensamiento

huye presuroso con el viento.

 

Irenne (Chorrillos, enero 1952)

Chiquilla solitaria …

llenos de melancolía tus ojos,

una sonrisa en los labios,

y un frágil corazón que late.

Como un ave en vuelo presurosa,

pasante y te perdiste

como una sonrisa pálida,

entre las olas del mar.

 

A Carmela (Arequipa, marzo 1952)

Avanza inexorable el tiempo,

lentamente en su camino.

Sólo, sin ruta ni destino,

hueca mi vida está,

vacía como el infinito.

 

Si tan sólo amarte pudiera,

si tan sólo amarme quisieras,

habría otra luz en mi vida

Y al andar no sonaría,

burlón el eco de mis pasos,

 

Amor Verdadero (Lima, Mayo 1952)

Enamoráronse muchas veces

de una mujer mis ojos.

Imágenes fugaces

que pasaron y se fueron

cual las aguas de los ríos.

 

He buscado –mas en vano-

en las horas de mi vida

un amor, una luz, una esperanza.

Pero al cruzarte en mi camino,

no obstante nuestro pasos

seguían rumbos diferentes,

en aquella encrucijada

tu marcha detuviste

y a mis ojos soñadores

alzaste tu mirada.

Dudó mi mente

y vaciló mi alma

mas al fin reconocerte pude:

eras “tú” y me esperabas.

 

Yole de mi alma (Lima, Agosto de 1952)

Trémula y cristalina

cual gota de rocío,

en el páramo de mi alma

hiciste brotar una flor.

Una flor de vida y esperanza

que se nutre con tu aliento,

el aliento de un amor.

 

Unió el destino nuestro pasos,

para no separarnos más:

y al juntar tus labios con los mío

abriste de par en par la corola

de tu ardiente corazón.

 

Pura, limpia sin pecado,

como un capullo de rosa

cobijaste tiernamente

a este errante soñador.

 

Amor de mi vida (Arequipa, Febrero de 1953)

Brisas del mar que arrullan

lágrimas de mi corazón,

llevad mi aliento, cariño y

estas palabras que son,

calor junto al suave corpiño

de mi dulce y adorada chiquita.

 

¡Quiéreme siempre Yolita

Quiéreme como te quiero yo,

Mi candorosa mujercita, con ternura y con pasión!

 

AREQUIPA (Arequipa, Febrero de 1953)

Bajo el sereno, eterno,

de Arequipa estrellado cielo

guiñadas luminosas son

de los astros los destellos.

 

Corpúsculos de luz

que traen de otros mundos

vida, materia, movimiento.

 

Volcán helado, cráter de fuego

Brisa del campo suave

pulmones henchidos de aire.

Melodías, ladridos y truenos

traen las ondas al oído.

 

Fructífera tierra nace

hombres de lucha, pasiones.

Amar me enseñaste Arequipa,

aprendí, tierra, contigo a vivir.

Futuro en los Andes eternos,

Arequipa tuyos serán,

progreso, paz, libertad.

 

 

HANS ANDRESEN S.

Nacido en Arequipa el

28 de Febrero de 1932

 

 

 


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Un Comentario

  1. Rodrigo Middleton B
    16/12/2011 9:57 pm

    Una nueva faceta de mi amigo Hans, la de poeta. Pero no me sorprende con esa sensibilidad de sentir la vida a plenitud. Aunque no lo creas siempre estarás por ahí cerca nuestro.

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